domingo, 3 de marzo de 2013

4) HABLAN LAS ESTRELLAS Y LAS CARTAS


Van llegando trabajos por mail, esta vez con la finalidad de tratar o diagnosticar enfermedades.....



HABLAN LAS CARTAS.......









EL TAROT: LA SANACIÓN A TRAVÉS DE LOS ARQUETIPOS
Aunque no se conoce el origen del Tarot con certeza, todo parece apuntar a que su cuna fue el Antiguo Egipto, allí lo utilizarían los Sumos Sacerdotes como herramienta de crecimiento y transformación personal de los futuros postulantes para entrar en el templo.
El Tarot es un compendio de naipes cuyas imágenes son arquetipos que funcionan como portales al Inconsciente personal o al Inconsciente colectivo o también denominado Registros Akáshicos. Al trabajar con una o varias cartas hacemos consciente lo inconsciente logrando desbloquear patrones ocultos que nos hacen fracasar en un ámbito de nuestra vida, miedos, dudas que nos “auto-sabotean” cuando estamos a punto de conseguir una meta o logro.
El Tarot también puede ayudarnos a sanar relaciones familiares y/o laborales al comprender de una forma visual y gráfica los “roles” que desempeñamos en dichos sistemas.
Por último, pero no menos importante, el Tarot nos orienta, aconseja o muestra los diferentes matices de una situación para ayudarnos a elegir o decidir conociendo las diferentes opciones que a veces somos incapaces de ver.
Desde mi experiencia personal y profesional afirmo que las cartas nos ayudan a conectarnos con nuestra parte más espiritual, siendo de un gran apoyo al entender que, todo forma parte de una gran plan en donde somos parte activa, estando Todos y Todo conectados, por ello podemos acceder en un momento dado a información personal, colectiva y de sabiduría ancestral.





HABLAN LAS ESTRELLAS.......





                          
Santi Guerrero
Esoterista. Astrólogo.

Todo empezó hace ya 37 años.
Con 18 años ingreso en el Instituto Hispano-Americano de Ciencias Parapsicológicas, con sede en Miami. La Tesis para el ingreso versaba sobre Los Extraterrestres en la Biblia.
Al comienzo, los temas sobre los que me afanaba eran los clásicos: OVNIS, Isla de Pascua, Pirámides, Von Daniken, Lobsang Rampa…
Eran tiempos de un boom espectacular de las llamadas Paraciencias en nuestro país, sirviendo como ejemplo las diversas publicaciones que podían encontrarse en cualquier quiosco: Karma-7, Paraciencias, Ecos de Parapsicología, Telepsiquia, Más Allá…
Se sucedían los Congresos sobre los más diversos temas, y personajes como el Mago Félix, Sebastián D’Arbó, Juan José Benítez, etc., eran habituales en los medios de comunicación.
Con el transcurso de los años, llegó la lógica evolución y otros temas comenzaron a tener cabida en mi temario: Astrología, Qabala, Numerología, Alquimía, Exohistoria, Espiritismo, Magia, tanto Blanca como Negra, etc.
He participado en programas de radio y de televisiones locales.
He visto muchos fenómenos extraños, desde psicofonías en el Monasterio de San Pedro de Rodas, Gerona, donde hace más de 200 años que está abandonado en su culto y, sin embargo, en la psicofonía realizada en su cripta, mientras sólo se escuchaba el vuelo de las palomas en el interior de su majestuosa nave, quedó grabado el canto en latín de unos monjes.
Por cierto, este Monasterio fue el  desencadenante de una apasionante investigación, que acabó convirtiéndose en libro… y que espero que algún día pueda ver la luz.
He tenido en mis manos un crucifijo, y he visto salir sangre por los ojos de la imagen… bueno, supongo que sería sangre, pues ningún laboratorio quiso analizar aquella sustancia rojiza, cuando no negabas de donde procedía.
He visto muchos y variados fenómenos, pero no me lo creo todo.
Utilizo el Tarot para ayudar a quién lo solicita, pero no me pregunten si soy vidente, porque no lo soy. “Utilizo”. Ese es el justo término. Videntes, que sean realmente videntes, hay pocos. Personas que saben utilizar correctamente el Tarot, las hay. Charlatanes, no saben ustedes cuántos.
Centrándome en la Astrología, nunca me ha gustado el examen al que estás sometido constantemente. Me llama la atención en el interés que se pone en que, ya sea a través de la Carta Astral, o del Tarot, "adivines” el pasado. Me parece mucho más útil desvelar qué nos puede deparar el futuro, o ayudar a que una persona conozca mejor su propio YO.
Astrología y sanación… y apareció el Dr. Barnosell.
Ha tenido la gentileza de mencionarme en su libro, e incluso dedicarme un capítulo.
Creo, firmemente, que esta Ciencia puede ayudar mucho en el diagnóstico de una enfermedad. Con frecuencia, los síntomas con los que se nos presenta una enfermedad no son tan claros y nítidos como lo es un embarazo. Me pongo en la piel del médico  y no debe ser fácil emitir un primer diagnóstico, con lo importante que puede ser el factor tiempo a la hora de sanar un enfermo, o mejor dicho, a la hora de llegar a tiempo de sanar de un enfermo.
Y es aquí donde considero que la Astrología puede prestar una ayuda de incalculable valor.
Pero en la Astrología contamos con un problema que, no dudo en hacerlo, calificaría de grave: la inexactitud en conocer la hora de nacimiento de una persona.
En personas de cierta edad, el problema es insoluble. Nadie les ha dicho su hora de nacimiento, muy posiblemente porque ellos tampoco lo preguntaron.
Para los más jóvenes, el problema se va diluyendo porque ya se hace constar en la partida de nacimiento la hora en la que se ha producido.
Y no es un problema baladí. Excepto en la posición de la Luna, un desfase en la hora de nacimiento no crea problemas a la hora de situar los planetas en el cielo astrológico, pero sí lo crea a la hora de situar lo que se conoce como Casas Astrológicas.
El Cielo se divide en 12 Casas, y cada Casa es como el tomo de una Enciclopedia: la Casa de las Relaciones, la Casa del Matrimonio, la Casa de las Finanzas… la Casa de la Salud.
No será lo mismo tener a Saturno, el mayor Significador en este tema , situado en la Casa II, la Casa de las Finanzas, que en la Casa VI, la Casa de la Salud.
Obviando la problemática horaria, muchas veces sólo nos queda la posición de Saturno, el Devorador, en los signos astrológicos y su aspecto con otros planetas.
Un ejemplo sencillo, para no cansarles.
Si en la Carta Astral de una mujer  tenemos a un Saturno mal aspectado en el signo de Cáncer, como sea que este signo rige los pechos, comenzaremos a considerar que tiene una gran predisposición a sufrir cáncer de mama.
Si ese Saturno mal aspectado se encuentra en el signo de Aries, deberemos considerar problemas en cráneo y cara.
También deberemos tener muy en cuenta lo que se conoce como Encuadramiento de los Ángulos, y ver entre qué otros dos planetas nos encontramos al Sol, porque nos dará indicios de alrededor de qué edad se puede producir una crisis importante en la salud de una persona.
El Dr. Barnosell menciona en su libro un caso en particular, y no creo que aquí sea lugar para repetirlo, pero simplemente diré que la obstinación de la madre salvó la vida de su hijo, al insistirle al médico para que le hiciera una serie de pruebas que el buen doctor consideraba innecesarias. Pruebas que al final tuvo que costear de su bolsillo.
Al final, lo que había sido diagnosticado como una depresión se convirtió en un problema cardiovascular, pues el joven sufría pequeños infartos cerebrales.
He tenido varios casos de esta índole, donde la situación astrológica de según qué planetas ha servido para orientar hacia el origen de enfermedades no detectadas correctamente por los médicos.
Desgraciadamente, pocas personas acuden a la Astrología en estos casos de problemas de salud. Y perdemos así una información que puede ser vital a la hora de poder detectar una enfermedad.
Esperemos que estas Ciencias sean tenidas más en consideración como apoyo a la Medicina, y entre todos consigamos ayudar mejor al ser humano.





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