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La enfermedad no es más que la expresión del desequilibrio en el cuerpo, entre la personalidad y el propósito del alma.
SOLO VEMOS LA PUNTA DEL ICEBERG....
( Frases extraídas del texto de este capítulo)
El Espíritu de Aloha.
El ser humano está compuesto de materia y espíritu en unión indivisible
Pasamos mucho miedo y yo puse en entredicho mis conocimientos como médico porque me sentí impotente para curarla y sentí que la medicina oficial estaba aún más perdida que yo...
Con obsidiana y cristales recorrí un camino profundo de autoconocimiento y sanación que con su magia transformó toda mi vida.
El origen emocional de las enfermedades nos presenta un nuevo camino de bienestar, basado en la conexión de nuestros pensamientos, emociones y sensaciones, con nuestra biología.
Dra. Mª CARMEN MARTINEZ TOMÁS
Ante todo quiero expresar mi profundo respeto y
agradecimiento por tu hermoso libro y tu magnífica labor.
En mi propia experiencia profesional, muy pronto igual que
tú necesité explorar otras formas de abordar el arte de curar. Me sentía muy
limitada con los recursos de que disponía y por ello empecé una andadura para
profundizar en la comprensión de otras medicinas y técnicas de sanación que
trataran a la persona como un Ser en su compleja totalidad.
En este camino descubrir la cosmovisión, la sabiduría y las
ancestrales técnicas de sanación que practican los antiguos chamanes Huna de
Hawaii, ha significado una preciosa experiencia que me ha permitido ampliar la
consciencia y profundizar en el arte de curar.
El ser humano está compuesto de materia y espíritu en unión
indivisible. A la parte del espíritu que esta encarnada en el hombre se la
conoce como el alma, la
divina Presencia o el Ser superior.
La salud no es más que el resultado del equilibrio entre las
necesidades del cuerpo, la materia, y los deseos del espíritu, el alma.
El alma, si lo permitimos, es la que nos inspira desde
nuestro interior, comunicándose a través
del sentir del corazón, para que manifestemos nuestra esencia espiritual en
nuestra existencia terrenal. Es decir para que lleguemos a manifestar el
verdadero Ser que realmente somos.
La enfermedad aparece cuando no le prestamos atención. Y
vivimos y nos comportamos sordos y ciegos a sus reclamos de trascendencia. Nos
enfocamos en la materia, ignorando al espíritu que nos habita.
La enfermedad no es más que la expresión del desequilibrio
en el cuerpo, entre la personalidad y el propósito del alma. Enfocarnos en conocer
el propósito del alma forma parte de las habilidades que hemos de adquirir para
recuperar la buena salud.
Soy médico homeópata y naturista, profesora de la
Universidad de Barcelona, escritora, comunicadora y divulgadora de la
consciencia en todos los ámbitos de la salud y la enseñanza.
Ofrezco cursos y talleres de Ho’oponopono, Espíritu de
Aloha, Estructura energética del Ser Humano. Círculos de Sanación con
Ho’oponopono.
Soy la creadora de los Círculos de Sanación con
Ho’oponopono, un movimiento social inspirado en la antigua tradición del
Espíritu de Aloha, solidario y gratuito, que ofrezco por toda España para
impulsar la práctica del amor y el perdón consciente a través del Ho’oponopono.
En mi práctica profesional como médico y sanadora, me dedico
a apoyar y acompañar a las personas enfermas a recuperar su salud.
Mi objetivo personal y profesional es ofrecer mi
conocimiento, experiencia y servicio, para apoyar y enseñar a las personas cómo
integrar la mente, el cuerpo y el corazón en coherencia con su esencia
espiritual, su sabiduría interior, para emprender y recorrer el camino de su
propia sanación.
CÍRCULOS de SANACIÓN con HO’OPONOPONO
El espíritu de los Círculos de Sanación con Ho’oponopono, es
reunirnos para sanarnos juntos, de manera que a través de la sanación personal,
podamos ser capaces de manifestar un impacto en la actual sociedad. Liderando
entre todos el cambio hacia una nueva visión más consciente, amorosa y
solidaria, creando de esta forma una tierra, en la que podamos vivir unidos en
paz, con amor y alegría.
Nos reunimos en círculo un grupo de personas responsables
que tenemos como objetivo común el cambio personal y social a través de la
práctica del Ho’oponopono.
Actuamos unidos desde la consciencia y el corazón, creando
la masa crítica necesaria en la comunidad para producir los cambios que
queremos ver en el mundo.
Nos encontramos en el círculo para compartir experiencias,
aclarar dudas, profundizar en la enseñanza y sanarnos juntos, unidos en la más
pura esencia del Espíritu de Aloha.
Sabemos que somos responsables de la realidad que estamos
experimentando, por ello desarrollamos actitudes y estrategias comunes para el
cambio positivo en todos los campos de la sociedad en la que vivimos a través
de la práctica del Ho’oponopono realizando actos de amor y perdón sin
condición.
Somos plenamente conscientes de que el amor es la energía
más poderosa del universo y sabemos que es la única fuerza capaz de producir el
cambio social pacífico que estamos decididos a conseguir en el mundo.
Reunidos, creamos una nueva manera de vivir, actuando en
nuestra realidad, conscientes de que tenemos el poder de influir positivamente
en el campo cuántico unificado de consciencia universal, a través de hacernos
personalmente responsables, con la práctica diaria del Ho’oponopono, emitiendo
pensamientos de perdón y de amor a la misma hora del día enfocándonos juntos en
un mismo objetivo.
Dra. Mª Carmen Martínez Tomás
Autora del libro:
Ho’oponopono lo siento, perdóname, te amo. Editorial Oceano-Ambar
wwwluzradiante.com
Facebook: María Carmen Martínez Tomas
DRA. MANUELA MORALO
Soy Manuela. Desde
muy niña sentí curiosidad por el ser humano en todas sus dimensiones. A los 5 años descubrí la astrología. Me
fascinaba saber que con sólo la fecha de nacimiento se pudieran conocer tantas
cosas de una persona y ¡predecir su futuro!
A los 11 años leí por primera vez a Freud (“Psicopatología
de la vida cotidiana”) y me fascinó, fue como encontrar respuestas. A este
libro le seguirían muchos más porque mi interés por la psicología y los
mecanismos de la mente iba creciendo. En esta época también descubrí el Yoga y
empecé a practicarlo viendo un programa de televisión y, poco después,
siguiendo las instrucciones de un libro. Seguí siendo autodidacta hasta que en
el 1985 me apunté a una escuela de yoga.
A los 13 años me interesé por la quiromancia y la numerología, los
remedios naturales con plantas y la reflexología podal y manual.
Sin embargo no se me ocurrió ser médico hasta el mismo
instante en que tuve que rellenar la preinscripción para la Universidad. Acabé la carrera de Medicina sin sentirme segura de
mis conocimientos ni de mis capacidades para ser un buen médico y las dudas
sobre mí y el sistema se incrementaron cuando en Julio del 1991, recién acabada
la carrera, una persona muy querida sufrió un cuadro de desorientación
total de causa desconocida. Pasó un mes
en el Hospital Clínico de Barcelona sin reconocer a nadie hasta que
“milagrosamente” se recuperó sin saber cómo. Las largas estancias en el
hospital me permitieron analizar la situación y ver que detrás de ese cuadro
había una serie de emociones que estaban expresándose de esa manera. Pasé mucho
miedo y puse en entredicho mis
conocimientos como médico porque me sentí impotente para curarla y sentí que la
medicina oficial estaba aún más perdida que yo. No tengo la menor duda de que
en su curación tuvo mucho que ver la enorme cantidad de personas que estuvieron
poniendo energía, rezos y
fe en su recuperación.
Mi primer trabajo como médico fue ese mismo verano, una
suplencia de Psiquiatría en un ambulatorio de la Seguridad Social a la que siguieron muchas más y durante 10
años me dediqué a esta especialidad ya que era la que me parecía más cercana a
la globalidad del paciente. Trabajé mi crecimiento personal con el Tarot, la
Astrología y la Psicología. Poco después
estudié Homeopatía, Auriculoterapia, Medicina Cuántica y Terapia de Polaridad y
trabajé colaborando en una escuela de medicina natural. Todas estas actividades
raras se iban incorporando al yoga y ganándome así, cada vez más mi fama de
rarita pero pasaba algo curioso porque cuanto más rara me veían los demás más
me identificaba conmigo misma. Por suerte fui conociendo otras personas más
acordes con estas tendencias y eso me dio fuerzas para reafirmarme. En el 1998
abrí mi propia consulta de Homeopatía y Terapias Complementarias pero seguí colaborando en la consulta privada
de psiquiatría.
En el año 2000 me diagnosticaron una enfermedad grave. Las
propuestas terapéuticas que me ofrecía la medicina oficial no me convencían. Así
que después de valorar pros y contras, me aseguré un buen soporte familiar y
terapéutico y decidí apostar por otras
medicinas y trabajar sobre los conflictos causantes de la enfermedad sin
hacer tratamientos alopáticos. Tuve suerte porque durante el proceso me acompañaron personas
maravillosas: varios médicos con visión holística, terapeutas, sanadores y
sobre todo gente que me quería y confiaba
en mi curación. Me traté con
Terapia de Polaridad, Terapia Regresiva, Medicina Cuántica, Homeopatía, Homeospagyria,
Medicina Ortomolecular, Osteopatía, Aurasoma, Holographic, Quantum, Ataraxia, PNL, Sanación...
En los años siguientes fueron saliendo a la luz varios de
mis conflictos internos y se expresaron en forma de síntomas diversos hasta que
en el 2007 hubo un empeoramiento. Seguí con los tratamientos alternativos pero
acepté algunos tratamientos convencionales y me reconcilié con la medicina
alopática. Entendí que cada terapia
tiene su función, su lugar y su momento. Por ejemplo los corticoides fueron
necesarios en ese momento. Pero junto a eso hubo un montón de personas
enfocando su energía para que yo saliera adelante.
En definitiva, todas las terapias y personas que he ido encontrando en mi camino me han
aportado algo valioso para mi sanación y crecimiento. Cada una de ellas llegó
en el momento adecuado y con la ayuda oportuna, desde médicos alopáticos, terapeutas de todo tipo, sanadores y personas
que mantuvieron la fe y la esperanza
proyectando su amor hasta quien se
comprometió en cuerpo y alma. Todas cumplieron su cometido y estoy segura de que sin ellas yo no estaría hoy aquí.
Dra, Manuela Moralo
Hola, soy Brenda
Oropeza
Desde
que tengo memoria he estado en contacto con la música. De niña empecé
a tomar clases de piano y así seguí hasta que tuve 23 años. Ya siendo adulta me
aferraba al instrumento y no me daba cuenta que de pronto ya habían pasado 10
horas y yo seguía tocando. Me enfermé de los brazos y no pude tocar más mi
preciado instrumento, dejando trunca mi profesión. Manos y antebrazos dolían
mucho, no tenía fuerza y no podía sostener ni siquiera una hoja de papel entre
mis manos. Todos los diagnósticos indicaban que mis brazos estaban inflamados,
que tenía el túnel del carpo lesionado y había que operar. Afortunadamente escuché a mi conciencia y me negué a que me
operaran. Seguí transitando por un calvario médico que me quitaba el dolor medianamente.
Pasé por un estado depresivo que duró varios años.
Quise
cambiar de carrera, primero con otro instrumento musical. Estudié fagot, pero
no pude continuar la licenciatura porque ya habían pasado muchos años y la
legislación de la Universidad no me permitía continuar estudiando. Busqué otras
opciones pero después de varios intentos desistí, ya que por muchos medios la
vida me decía que no estudiara música desde esa perspectiva.
Empecé
a dar clases de música a niños en una escuela Montessori. Ahí observé el poder
de la música en niños con capacidades diferentes y decidí estudiar
Musicoterapia Humanista. Hasta entonces me di cuenta que tocar 10 horas el
piano era para evitar vivir mi vida en
conciencia. A los 3 años me habían adoptado; de adulta tenía todo lo que cualquier persona pudiera
desear: casa, alimento, educación, trabajo… sin embargo la relación con mi
madre era terrorífica, definitivamente una pesadilla. Con la musicoterapia
vivida a nivel personal tuve una mejoría
parcial y podía realizar mis actividades cotidianas teniendo cuidado de no
sobrepasarme para no lastimarme nuevamente.
Ya
siendo musicoterapeuta, me invitaron a conocer el trabajo con la obsidiana y
los cristales. Cuál fue mi gran sorpresa al darme cuenta de que no había sanado,
de que mi problema seguía latente, simplemente estaba escondido. Con obsidiana
y cristales recorrí un camino profundo de autoconocimiento y sanación que con
su magia transformó toda mi vida. Trabajé en conciencia mis arquetipos, pude
VER cómo actuaban a través de mí, cómo guiaban mi vida, cómo tomaban mis
decisiones y cómo enfermaban mi cuerpo…Sané mis brazos, mi corazón, mi aparato digestivo, mis órganos sexuales,
así como la relación con mi esposo y con mis hijas. Me olvidé de la depresión. ¡Qué
decir de mis madres; la biológica y la adoptiva! Lo más significativo que puedo
decir de este trabajo es que SANE LA HERIDA DE ABANDONO
DE MI INFANCIA CUANDO ME DIERON EN ADOPCIÓN. Esta herida tan profunda ha sido
curada con los cristales y la obsidiana,
herida que no había podido sanar con ninguna otra forma de terapia a lo largo
de más de 10 años, ya que siempre regresaba, siempre estaba presente. Con
cristales y obsidiana sané mi vida y ahora la vivo gustosamente en conciencia.
Soy
terapeuta de cristales y obsidiana. En mis sesiones incluyo la musicoterapia
realizando un trabajo integral de sanación.
Cristales, obsidiana y música: una trilogía mágica.
(00
52) 72-22-44-13-66 (México)
Facebook: Fagotto Oropeza
Usuario Skype:
Fagottoropeza
LUZ PARRA
DESCUBRE TU MEJOR SER, VOLVIENDO A NACER: BIOREPROGRAMACIÓN
Entender el origen
emocional de las enfermedades nos presenta un nuevo camino de bienestar, basado
en la conexión de nuestros pensamientos, emociones y sensaciones, con nuestra
biología.
La Bioreprogramación nos permite encontrar la causa raíz y
aprender a descodificar numerosas enfermedades físicas y no físicas, que se
instalaron en nosotros en el pasado,
inclusive antes del nacimiento o a nivel transgeneracional, incluyendo por
ejemplo, los miedos o cualquier cosa que
impide que avancemos en la vida.
La Bioreprogramación es una integración de la
Descodificación biológica, la teoría de guión mental personal, la psicología
analítica del Dr. Carl Gustav Jung y otros
investigadores y practicantes.
En realidad, las "enfermedades" no existen como
tales, sino que son una solución del cerebro a conflictos internos que tenemos
y, que se manifiestan en forma de enfermedad en nuestro cuerpo. Nuestro cerebro
tiene un programa biológico de supervivencia para suprimir el estrés, que es el
resultado de los conflictos que afectan a todos los seres vivos. Así pues, la
"enfermedad" tiene un sentido y una misión, alertarnos de que algo no
va bien y nos da la opción de tomar conciencia y sanarlo, nos
da tiempo para poder solucionar el conflicto.
Con la Bio-Reprogramación sanamos desde nuestro árbol
genealógico, pasando por la concepción, la gestación y el nacimiento, para
poder hacer el nuevo programa que nosotros sí queremos y no el que nos ha sido
impuesto de manera inconsciente por nuestro clan y que nos mantiene en estado
de sufrimiento, frustración, dolor, enfermedad, etc.
He venido
desempeñándome como psicóloga, especialista en teoría de guión mental personal,
estudiosa de la psicología analítica, y Terapeuta creadora de la
Bioreprogramación y con esta experiencia he tenido la fortuna de acompañar a
más de 3000 personas, tanto en la recuperación de su salud, como en el
logro de su bienestar; así mismo he
logrado estar en conexión conmigo misma a partir de entender, comprender y
sanar mi propia historia.
Te invito a ser parte de esta terapia integral y vivir el
autodescubrimiento como un estilo de sanación permanente para ti y, como una
contribución a tu ascendencia, a tu
descendencia y, a las personas con las que interactúas y trabajas cada día.
En el taller del simposio, podrás incursionar, si así lo
deseas, en algún tema que para ti, sea motivo de preocupación en estos
momentos, encontrar el origen y sanarlo.
Luz Parra
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