Los físicos cuánticos nos alertan acerca de la Verdad de lo que vemos, que no es mas que una verdad relativa.
SUZANNE POWEL
Una gran experiencia de un "ex-incrédulo" alumno
zen... lumbalgia por dos hernias discales
Junio 2013, desde un lugar maravilloso, tierra donde nací y
centro peninsular de España donde un día un Rey llamado Alfonso X, apodado “El
Sabio” quiso llamarla Ciudad Real.
Hola a todos, mi experiencia que quiero explicaros a
continuación fue la siguiente: veréis tengo 35 años, soy varón, felizmente
casado y padre de dos angelitos que desde hace poco más de 6 años guían
esplendorosamente la vida de nuestra familia.
Trabajo en…. bueno digamos funcionario público de esos que
hasta que no ven algo no lo creen, y aun viéndolo debe ir acompañado de un
explicación lógica o racional, que demuestre que ha podido ocurrir
fehacientemente, si amigos soy… qué más da lo que uno sea.
Vamos al grano, mi objetivo es dejar una pequeña aportación
desde lo que a mí personalmente me ocurrió para abrir quizá una rendija a otras
personas que pudieran encontrarse o sentirse como yo.
Os cuento, Suzanne Powell iba a realizar un Curso Zen de 1º
y 2º nivel en mi localidad y a mi mujer que ya la había seguido vía Internet
sus quehaceres y obras, decidió apuntarme a ese curso para tener reserva de
plaza.
Yo la verdad, hubiera querido que fuese ella, pero insistió,
debatió y casi “obligó” a que fuera y probase con el fin de entender su
filosofía de vida, y poder llegar a estar equilibrado en el sentido de tener
esa paz interior que muchos ansiamos tener, aunque realizásemos pocas acciones
para ello ciertamente; imaginad a mí todo eso un empírico denotado de los que
“de lo que veas la mitad creas”.
Se acercaba la fecha del curso, no sabía si mis labores
como…. me iban a permitir estar esos dos fines de semana seguidos de viernes a
domingo, pero bueno yo decía interiormente si voy vale y si no pues nada, sin
problema.
Me ocurrió lo siguiente faltando pocos días para la llegada
de Suzanne, me dio un fuerte ataque de lumbalgia trabajando, que me llevó al
hospital para atenderme porque no podía tenerme en pie, por lo que me
inyectaron calmantes, anti-inflamatorios, típicos para estos casos, recetándome
el médico de Urgencias, pues eso entre relajantes musculares,
antiinflamatorios, y calmantes, una ingesta de 11 pastillas diarias repartidas
durante el día.
Pasaron los días, el Curso se acercaba y yo no mejoraba ni
en dolor ni movilidad, por lo que fui al traumatólogo, quien tras ver que no
evolucionaba prescribió una Resonancia Magnética, donde aparecieron mis dos amiguitas las cuales
podrían llevar tiempo conmigo y yo tan descortés tan siquiera las había conocido
ni saludado, eran 2 hernias discales una pequeñita y otra de aspecto normal
según el especialista.
Uff, para mi mala, malísima noticia, jarro de agua fría,
miedo a no poder moverme, perder libertad de hacer cosas, etc, mi trabajo ¿qué
va a pasar?…. Mi mente hacía sus cábalas.
A partir de este diagnóstico, se incrementó aún más la dosis
del tratamiento, vaya y era jueves y mañana tarde venía Suzanne y yo me
preguntaba y pensaba ¿podría al menos estar si no me puedo mover? ¿habrá sillas
para sentarme?, ya os digo estaba sin poder trabajar, mal bastante mal.
Viernes mediodía ya, comí, reposé y mi mujer de nuevo me
animó a ir a escucharla, me lo pedía y total era gratuito, y ¿qué podía
perder?, no estaba trabajando tampoco, pues nada, llegó la hora del curso, las
20 horas de un Viernes de Junio 2013, y dos vecinos nuestros hombre y mujer, me
llevaron y acompañaron (mi mujer les había reservado a ellos también ticket del
Curso).
Yo iba que apenas podía andar, sí amigos iba limpiando el
suelo con las suelas de las zapatillas, encorvado y con ganas de sentarme en
una silla, con dolor exagerado, a pesar de haberme tomado las pastillas que
correspondían, encima hacía calor y bueno entramos y a esperar qué pasaba y a
ver si aguantaba allí.
Sobre las 20 horas apareció ella, una mujer de estatura
media, rubia con pelo recogido, sonriendo a todo el mundo, dando muestras de
sencillez en su vestimenta y al tiempo
misterio y que en sus primeras palabras emanaba tal compasión por el
género humano que perdí el ritmo del dolor por unos instantes, muchos la
conocéis, era Suzanne.
En esa primera tarde nos explicó varias cosas sobre la enseñanza Zen , pude
aguantar moviéndome para acoplarme a esa silla
una y otra vez, y la verdad me convenció de al menos probar a hacer lo
que nos transmitía con cada dádiva que hacía de su tesoro (tendréis que ir a
sus Curso para saber a lo que me refiero).
Día siguiente, era sábado de mañana, y Suzanne decidió
regalarnos gratuitamente como todo lo que hace, un Reset a la persona que
quisiera voluntariamente, y lo haría tanto ella misma como su equipo, pues allí
me metí, tras haberme tomado mi ración de analgésicos y demás, y cosa curiosa a
mí me tocó un señor de mediana edad. Al
terminar conmigo sentí ganas de darle un abrazo. Me indicó que era Osteópata,
qué casualidad, al tiempo que me dijo textualmente "Si tú quieres te
pondrás bien, hazme caso”. Una vez terminado el Reset, son 5 minutos, a casa
otra vez, que por la tarde teníamos el segundo día. Pero ya al mediodía de ese
sábado, decidí por mi propia cuenta dejar de tomar pastillas y poner en
práctica las respiraciones con conciencia y meditación.
Fuimos por la tarde sobre las 20 horas, empezaba la segunda
clase, y duró sobre dos horas aproximadamente, aguanté bien y ese día decidí
escribirle una carta a Suzanne explicándole lo que me pasaba, no sé porqué pero
lo hice y no lo pensé, la escribí, y a la salida entre la gente se la di, y
ella abrió su mano y la
cogió. No tomé ninguna pastilla solo hice respiraciones Zen y
meditación, en forma y manera como Suzanne enseña y curiosamente me sentía algo
mejor, pero ya era bastante no meterle al cuerpo y mi hígado tanta
farmacología.
El domingo, finalizábamos el primer nivel de Zen, era por la
mañana, y debíamos todos tener los deberes hechos, que consistía en meditación
principalmente, y apenas había comenzado la clase, preguntó sobre un muchacho
que le dio una carta el día anterior, a lo que alcé la mano y me indicó que
subiera con ella arriba al escenario, y lentamente llegué y subí junto a ella,
para ser "usado como maniquí" y explicar al resto dónde se encontraba
en concreto el Chakra 2, según la Enseñanza Zen , pues bien cuando terminó de
explicarlo, me sujetó un momento y me tocó la zona que tenía inflamada muy
rápidamente y ahí terminó el primer nivel, hasta la semana siguiente, ya
teníamos herramientas para ir mejorando cada uno a su manera sus dolencias,
etc.
Yo, personalmente aposté a todo al Zen y nada a las
pastillas para el dolor, inflamación, etc., al día siguiente lunes desapareció
de mi vista, y durante la semana hice todo lo que Suzanne nos había enseñado, y
el dolor en su intensidad bajó bastante, y la movilidad había mejorado, ya no
limpiaba las calles!!
Hasta que llegó el Viernes así me mantuve toda la semana, y
ya por la tarde antes de entrar al segundo nivel, muchos compañeros, me
preguntaban cómo iba, si había mejorado y más cuando había visto que incluso
Suzanne me había tocado la espalda, a lo que les indicaba que no tomaba nada de
pastillas y que había mejorado bastante, y lo pudieron ver porque vieron la
semana anterior como había subido al escenario y me movía y como me encontraron
una semana después y sin tomar nada, ya era mucho.
Durante los tres días de Viernes, Sábado y Domingo, de
Segundo Nivel Zen, lo disfruté y aprendí muchísimo; claro que ya teníamos otra
parte más del tesoro donado por Suzanne a la cual despedimos en una comida muy
enriquecedora entre todos los compañeros
de curso que quisieron o pudieron asistir donde cada uno contaba abiertamente
sus experiencias, intercambiando teléfonos, etc. creo que con el objeto de
ayudarse unos a otros.
Suzanne nunca perdía la sonrisa, era increíble, allí estuvo
haciéndose fotos, firmando algunos libros y mandando una y otra vez su mensaje
"Si yo puedo tú puedes, tú tienes esa capacidad”.
Ha pasado ya un mes del fin de curso, hoy es 18 de julio de
2013, tras un pequeño sustillo hospitalario de otra índole y a día de hoy puedo
andar perfectamente y rápido, hago ejercicios en el agua, no tengo dolor,
conduzco, y me permite hacer una vida normal, y eso sí sigo con mi meditación,
mi toque Zen diario, algunos toques en la zona local y también de vez en cuando
respirando con conciencia.
El médico traumatólogo estimó mi estado como excepcional, ya
que me indicaba que según llegó a verme, la capacidad de movilidad mecánica era
muy pobre, y que en unos 3-4 meses mejoraría, pero con mucha tranquilidad calma
y fármacos, al tiempo de unas 20-30 sesiones de fisioterapia.
He ido al fisioterapeuta sólo unas 8 sesiones, y ya tengo
movilidad casi del 100%, eso sí antes, durante y después de entrar al fisio
hago mis deberes!!
Pues esto quería contaros amigos, un incrédulo como yo,
aferrado a lo lógico, a lo fehaciente, hizo lo que Suzanne nos había enseñado y
regalado y quería que lo supieseis que ayuda mucho, muchísimo, y mentalmente es
espectacular porque evita mucho el desánimo cambiándolo por ganas de
superación, que se consigue en parte ya aceptando lo que a uno le pasa como
parte de su camino o programa en esta vida.
Te doy las gracias Suzanne a ti y a tu equipo, desde lo más
sincero y profundo de mi corazón, por ayudarme a superar esto y espero
aportaros al resto de personas algo de esperanza con lo que he contado porque
he sido claro, sincero y no he pensado en nada, sólo lo que fluía de mi interior.
Gracias Suzanne por ayudarme a despertar y poder saborear en
muchos momentos del día esa tranquilidad o paz interior, y haberme obsequiado
con esa capacidad-tesoro que me ayuda a ver el lado bueno de todas las cosas.
Os animo a conocer lo del Zen, es una experiencia increíble
que se vive día a día y que hace de cada momento algo especial, se vive mucho
el presente y se tienen muchas ganas de echar una mano a cualquier persona.
Carta remitida por Suzanne Powell ....de uno de sus alumnos.
MEDICOS Y SANADORES..
FERRAN RENAU
Mi especialidad es la
sanación de casas enfermas.
Mi experiencia, unos 250 casos resueltos hasta este
momento, con algunos fracasos y algunas incertidumbres.
Dado que mi padre fue radiestesista de
cierta fama, la gente suele pensar que yo he heredado sus cualidades de
percepción extrasensorial. Pues no,
nada de eso. Yo heredé de mi padre algo mucho más valioso... Suponedme a mí,
estudiante de arquitectura, de regreso a casa por vacaciones. Y de pronto
llaman a mi padre desde una fábrica o desde un pueblo; necesitan agua, a veces
desesperadamente. Mi padre acude, detecta, señala un lugar exacto y dice por
ejemplo: "Agua a los 37
metros y medio". De modo que llega luego una
máquina perforadora, hace su trabajo y a los 37 y medio no solo sale agua, sino
que sale en la calidad y el caudal anunciado por mi padre. Y eso, repetido
innumerables veces, abrió en la parte racional de mi cerebro un boquete que
nunca se cerró. Es cierto que mi padre me enseñó a detectar agua, pero ésta que
acabo de relatar fue la más valiosa herencia que recibí: Yo, educado
técnicamente, nunca rechacé como
incierto aquello que careciera de explicación científica. Y ese criterio amplio
me abrió más tarde el fascinante mundo que ahora constituye mi oficio.
Y, por cierto: nada de percepción extrasensorial. Tal cosa no existe. Las
percepciones, o son sensoriales o son espirituales, y mantengo acerca de esto
dos certezas: Primera, que todos sin excepción disponemos de grandes
capacidades sensoriales, pero por
falta de práctica las tenemos oxidadas. Segunda, que el uso y desarrollo de
esas capacidades sensoriales bien enfocadas abre la puerta a la otra, la
percepción espiritual. De hecho,
mantengo diferencias con los llamados geobiólogos, en tres aspectos:
Primera, que no basta para la radiestesia
real la simple sensibilidad, a menos que sea complementada y guiada por la
capacidad de canalización (es decir, de recibir información por vía espiritual
directa).
Segunda, que los fenómenos espirituales no
son sucesos parapsicológicos sino fenómenos patógenos detectables, como el
telurismo o el electromagnetismo.
Tercera, que todo lo detectable es también
neutralizable, y que su neutralización es posible por vía espiritual (miren, me
pasé años neutralizando por vía material —con buenos resultados— hasta que
comprendí que eran sistemas con fecha de caducidad).
Este Foro recuerda aquel otro celebrado en
Alemania antes de la
Segunda Guerra Mundial : unos 400 médicos querían aprender
radiestesia para mejorar sus diagnósticos. Por eso creo necesario plantear aquí
la relación entre las sanaciones heterodoxas y las ortodoxas; es decir, entre
la ciencia y la radiestesia y otras artes similares. A mi juicio, este campo de
juego tiene tres reglas que parecen simples principios básicos de la teoría del
conocimiento:
Primera: Verdad
y realidad son cosas distintas.
Segunda: Nunca conocemos la realidad, sólo el
modelo con la que la
contemplamos. El constructo socialmente aceptado[1].
Tercera: La palabra error sólo puede usarse dentro de los límites de cada constructo. No
es aplicable a otros constructos.
Darnos cuenta de estas
tres reglas constituye la única posibilidad de encuentro real entre ambas
prácticas sanadoras. Los antiguos griegos llamaban ecúmene (oikouménē) a la
porción de tierra permanentemente habitada por gente conocida, y anecúmene a la porción deshabitada o
habitada sólo por bárbaros. Ahora resulta que el anecúmene actual está cada vez
más habitado y en su mayor parte no es bárbaro en absoluto, y el conflicto —o
el ecumenismo— están servidos.
A partir del siglo XVI la ciencia relevó a
la religión como detentadora de la Verdad, cosa que en el XIX se estableció
como paradigma cultural compartido: “lo que no es científicamente demostrable,
no es Verdad”.
Es decir, que el amor, la solidaridad, la ternura, la compasión
o la creatividad no son verdad puesto que no existen leyes que sirvan para
predecirlas (pues para eso sirve la ciencia). El futuro no está más allá del pasado sino
más allá del presente. Y en el presente los físicos cuánticos nos alertan
acerca de la Verdad de lo que vemos, que no es mas que una verdad relativa. Recomiendo vivamente el libro
Misticismo y física moderna (Michael
Talbot, ed. Kairós) para empezar a entender el meollo de todo este amplio
—amplísimo— asunto.
Oye,
¿alguien ha visto una alergia caminando por la calle? Nadie ha visto cosa así;
pero la admitimos a través de sus síntomas. La mitad de las enfermedades son
bautizadas por sus síntomas, no porque alguien las haya visto a ellas.
Ferran Renau
MEDICOS Y SANADORES..
MARIA FUENTES
REIKI EN HOSPITAL
PUBLICO
Mi nombre es María Fuentes y estoy aqui en representación de
ALAIA que es una asociación de ayuda a enfermos graves y personas en duelo.
Desde el año 2004 estamos en el Hospital Ramón y Cajal en Madrid, dando Reiki a
los enfermos. Atendemos los servicios de Hematología, Oncología, Unidad de
Trasplante de Médula Osea, Pediatría, Neonatología, Otorrino, Medicina Interna
y Psiquiatría.
En el año 2009 dos enfermeras del Ramón y Cajal hacen un
estudio sobre el Reiki, con la colaboración de ALAIA, sobre los efectos del
Reiki en los enfermos oncohematológicos y sus resultados son presentados en el
XII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica. Las
conclusiones resumidas del estudio son las siguientes:
Grado de aceptación de la terapia Reiki por
los pacientes oncológicos, un 82%. Quedaron satisfechos el 46,7% y muy
satisfechos el 44,4%
Las sensaciones más experimentadas: calor, relajación
muscular, sueño, disminución de la ansiedad y mejora del estado de ánimo; observando
a la vez cómo influía la terapia en síntomas derivados del ingreso como dolor,
ansiedad, tensión muscular y alteraciones del patrón de sueño.
Además, subjetivamente, el personal sanitario de las unidades
incluidas en el estudio han comprobado la eficacia del Reiki en el alivio de
efectos derivados de la enfermedad y los tratamientos tan agresivos utilizados
en oncología hematológica, recibiendo comentarios positivos de la terapia y del
personal voluntario, solicitándolo más a menudo.
Por las conclusiones que hemos sacado de las unidades
incluidas y la bibliografía consultada, nos planteamos que el siguiente paso
sería realizar un estudio con la suficiente potencia metodológica en el que se
contrasten las hipótesis surgidas a partir de este estudio: analizar que el
Reiki disminuye la sintomatología derivada de la propia enfermedad y de los
fármacos empleados, para lo que tendremos que considerar la calidad de vida del
paciente y la disminución de la permanencia de los pacientes en el hospital.
IMPORTANTE: Desde la Asociación cuidamos mucho
el que no se asocie el Reiki con algo esotérico, que es lo que ha hecho que
estemos allí.
MEDICOS Y SANADORES..
Soy Berna Blanco Martínez soy Quiropráctica. Tec. , Asistenta de Geriatría, tengo un Método excelente que les puede ayudar a las personas que padecen de ELA, estoy tratando de comunicarme con el señor RAFA para ofrecerle mis servicios no importa a larga distancia , sin fines de lucro mis telf. 441-4353 Cel 992964706 . Lima Perú .
ResponderEliminarPor favor si lo conocen díganle que me llame o me escriba también estoy llana a servirles a todos los enfermos de ELA que lean éste aviso
mi email bernab@speedy.com.pe
Hola: Tan solo se que a través de mis escritos (publicados en mi blog) estoy haciendóle el bien a muchas personas. POR SI OS INTERESA: mi blog es ......elohimaden.blogspot.com.es
ResponderEliminarHola: Tan solo se que a través de mis escritos (publicados en mi blog) estoy haciendóle el bien a muchas personas. POR SI OS INTERESA: mi blog es ......elohimaden.blogspot.com.es
ResponderEliminarLa verdad que estoy sumamente intrigada por la practica Zen, parece algo ten sencillo y efectivo que me gustaria saber si en Panama hay una oportunidad de aprender, tomar un curso Zen
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarMe gustaria saber si hay Zen en Dinamarza asi me sano a mi misma de la enfermedad de la piel
Hola me gustaria saber si hay medicos en granada que hagan reset
ResponderEliminarHola me gustaria saber si hay medicos en granada que hagan reset
ResponderEliminarHola quisiera saber si hay medicos en granada que hagan reset
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